Continuamos, aquí, mostrando los Okimono de la Colección Oñate.
Un magnífico Okimono que muestra a un camarero a quien se le ha caído parte de lo que llevaba.
La escultura está realizada en marfil y madera, y está muy bien lograda. Vale la pena observar tanto la expresión del desafortunado camarero así como la vestimenta y objetos que enriquecen la escena, algunos de ellos en "movimiento" como la libreta que se está cayendo...
La obra ha sido realizada con gran detalle, lo que nos habla de un muy buen artista, que ha logrado en una escena, darnos todos los elementos de un pequeño traspié en la vida cotidiana de este camarero. Personalmente, estos Okimono que muestran actividades y personajes comunes, no dejan de maravillarme y más aun cuando tengo la suerte de poder ver uno de esta calidad. Existen en la base dos ideogramas, el que está en verde se lee como Koku y quiere decir "tallado por". El segundo corresponde a la firma del tallista. La figura mide 16 cm. de alto
En su momento, antes de publicar esta pieza, recibí una llamada de nuestro amigo Oñate en la que me comentaba con mucho entusiasmo haber hecho una nueva adquisición para su colección. Habiendo recorrido en su compañía varios comercios de anticuarios a la búsqueda de marfiles, sé que no es muy dado a entusiasmarse fácilmente y que, generalmente, se toma su tiempo antes de decidir una compra. Sin embargo, en este caso parece que la pieza lo convenció de inmediato, y cuando me llegaron las fotos de la misma pude entender la razón...
Un magnífico Okimono de gran calidad que representa a un par de oni. El mayor lleva un kanabo que es un arma de madera y metal que a pesar de su gran peso el oni lleva sin mayor esfuerzo. Del kanabo, y de la mano de este oni cuelgan varios instrumentos de música como los que usan en los diferentes festivales a significación religiosa. El pequeño lleva una cesta en la que hay un pescado.
Las características respetan en todo la descripción de los oni de la mitología japonesa. Las tres pezuñas a modos de dedos y las denticiones que le dan ese aspecto de ferocidad. Los ojos han sido trabajados con la maestría de la época y se trata de inclusiones de madreperla y probablemente avalones en ámbar. Esto les da un efecto verdoso que produce un brillo particular en los ojos de estos demonios. La escultura mide 14 cm. y está firmada en la base. El escultor se encuentra repertoriado en Neil K. Davey (#962) quien se refiere a él como de mediados del siglo XIX.
Sin duda una de las mejores esculturas que hemos tenido la suerte de ver en mucho tiempo.
Un bonito okimono que representa a un campesino que lleva un hermoso gallos bajo el brazo. La pieza muy bien tallada muestra un excelente trabajo a nivel de las vestimentas y además las plumas del animal que están perfectamente logradas. La escultura mide 17 cm. de alto y se encuentra firmada en su base.
El Onagadori.
Además de su significado por ser uno de los signos del horóscopo oriental, el gallo se encuentra muy presente en diferentes aspectos de la cultura japonesa.
Entre las distintas especies hay una que viene al caso, pues es la representada en este okimono y se trata del "japanese phoenix" o gallo fénix japonés.
Los Fénix son efectivamente los gallos que se ven en las ilustraciones japonesas y que tienen colas que podrían ser de 1.20 metro o aun mayores. En la actualidad la sola raza que consigue colas de esta longitud es la Onagadori. Se logran estas colas porque después de su segundo año estos gallos ya no mudan mas las plumas. Para mantener esas colas intactas los criadores colocan a los gallos en perchas similares a las usadas para los loros. A esto se llegó tras muchos años de selección y cruzas hasta lograr el efecto deseado.
El Onagadori.
Además de su significado por ser uno de los signos del horóscopo oriental, el gallo se encuentra muy presente en diferentes aspectos de la cultura japonesa.
Entre las distintas especies hay una que viene al caso, pues es la representada en este okimono y se trata del "japanese phoenix" o gallo fénix japonés.
Los Fénix son efectivamente los gallos que se ven en las ilustraciones japonesas y que tienen colas que podrían ser de 1.20 metro o aun mayores. En la actualidad la sola raza que consigue colas de esta longitud es la Onagadori. Se logran estas colas porque después de su segundo año estos gallos ya no mudan mas las plumas. Para mantener esas colas intactas los criadores colocan a los gallos en perchas similares a las usadas para los loros. A esto se llegó tras muchos años de selección y cruzas hasta lograr el efecto deseado.
Un excelente Okimono que nos muestra una calavera tallada a la perfección sobre la que se encuentra un hombre. A partir de aquí debemos realizar un pequeño esfuerzo de imaginación basándonos en leyendas y en la mitología japonesa. La calavera, representa en las creencias shinto-budistas la fugacidad de la vida. Sobre esta base donde está el hombre acompañado por el mono que no podemos asegurar sea real, pues puede ser una referencia al horóscopo oriental y representar el signo del hombre, o puede ser real y ser su mascota, o el hombre puede ser un domador de monos que era una actividad ambulante muy común en el antiguo Japón. En ambos casos, la personalidad atribuída al mono en la cultura japonesa juega acá un rol importante. La serpiente que además de un peligro puede representar lo nuevo o el cambio de alguna manera amenaza al hombre y es el mono, en su sabiduría y aquí haciendo referencia a la leyenda popular del sapo y la serpiente (variante de la leyenda del sapo, la babosa y la serpiente) el mono sostiene un sapo cuya baba, según la leyenda mencionada, impide a la serpiente pasar mas allá. Era una costumbre de los buenos tallistas del Meiji, englobar algún significado en sus tallas con referencias a la vida o mas bien a la filosofía de vida y a leyendas populares que nos dejan siempre alguna enseñanza en ese aspecto.
Hasta acá la interpretación que puede ser considerada subjetiva, Sin embargo la observación objetiva de la talla nos obliga a mirar con atención la calidad de la calavera,hecha en detalle y perfectamente realista, los rostros del hombre y del mono, expresivos y muy bien logrados, el sapo colgando de la mano del mono y muy particularmente la serpiente y sus escamas, hechas una por una en un trabajo minucioso.
La pieza, tallada en marfil de morsa, mide 9.3 cm de alto y posee dos inscripciones o firmas. La primera que es la del autor se lee Gyokushun y la segunda leyenda se traduciría como: la serpiente está aquí.
Okimono en marfil. Pescador firmado Takeyuki 武之

Okimono de tipo saikumono: hombre, liebre y tanuki.
Un bonito y muy pequeño okimono (saikumono) que representa a un hombre una liebre y un tanuki. La talla
de una gran calidad mide en su parte más alta 4.7 cm y en su parte más ancha 5.2 cm. La pieza está firmada y trabajamos en la traducción de la firma.
Kachi-kachi Yama
El tanuki o perro mapache es un animal original de Japón. Existen muchas leyendas en Japón en las que aparecen tanuki . Estas leyendas al igual que los cuentos de los hermanos Grimm han evolucionado, y mismo la percepción del tanuki ha pasado de negativa a cómica durante el transcurso del siglo pasado.
El tanuki o perro mapache es un animal original de Japón. Existen muchas leyendas en Japón en las que aparecen tanuki . Estas leyendas al igual que los cuentos de los hermanos Grimm han evolucionado, y mismo la percepción del tanuki ha pasado de negativa a cómica durante el transcurso del siglo pasado.
Sin embargo, la que incluye a un tanuki, una liebre y un hombre, es una leyenda de sangre y venganza.
Existía en una montaña lejana un viejo matrimonio sin hijos (debemos considerar que ser viejo y sin hijos en las historias japonesas es lo más pobre y desgraciado que se puede describir a alguien ya que los hijos en ausencia de un sistema de jubilaciones, eran quienes aseguraban la vejez de los padres, así que no tenerlos implicaba una enorme desgracia).
Esta pareja de ancianos que vivía pobremente, era atormentada por un tanuki, que además de robarles de su casa y de su jardín pasaba el tiempo buscando nuevas maneras de martirizarlos. Finalmente el viejo hombre logró hacer una trampa en la que cayó el tanuki, lo ató a un árbol y dijo a su mujer que lo matara e hiciera un guiso de tanuki. Cuando el viejo se ausentó a buscar leña o para ir a al pueblo, el tanuki comenzó a hablar a la mujer y pedirle clemencia prometiendo que de ahí en más sería diferente y los ayudaría en sus tareas. La mujer tuvo piedad y liberó al tanuki quien como agradecimiento la mató y cortó en trozos confeccionando con la carne de la mujer un guiso. Como los tanuki tienen el poder de transformarse, tomó la forma de la mujer y cuando vino el viejo a comer le sirvió el guiso hecho con la carne de su esposa. Una vez que el hombre comió, el animal retomó su forma natural y mientras huía le dijo al hombre lo que había hecho…
Sin embargo, estos viejos tenían un amigo que era una liebre que vivía cerca de su choza. Al enterarse la liebre de lo ocurrido, le dijo al hombre que se vengaría del tanuki.
Comienza ahí, de parte de la liebre, una falsa amistad con el tanuki a quien de a poco va convenciendo de hacer cosas que siempre terminan en dolor o daño para el tanuki. Tal es el caso cuando la liebre le prende fuego a un atado de leña y yesca que el tanuki lleva en su espalda, quien se quema y luego la liebre le da un ungüento a base de pimientos picantes para aliviar el dolor.
Los episodios de este tipo se suceden hasta que la venganza de la liebre termina cuando invita al tanuki a una carrera de botes y construye uno de madera para ella y otro de barro para el tanuki, al llegar a la mitad del lago, el bote del tanuki se comienza a disolver y es en ese momento que la liebre golpeando al tanuki con su remo le informa de su amistad con los viejos a quienes el tanuki tanto mal había hecho. Esta leyenda lleva el nombre de Kachi-kachi Yama. Ese nombre se origina cuando la liebre a la ayuda de un pedernal encendió la leña y la yesca que el tanuki llevaba a la espalda. En japonés, la onomatopeya para el sonido del pedernal es kachi kachi. Cuando el tanuki escuchó ese ruido preguntó a la liebre que ruido era ese, a lo que la liebre respondió que debía ser la montaña (yama) kachi kachi de la cual estaban cerca y que no le asombraba que el tanuki la pudiera escuchar.
Okimono en marfil. Una Onna Bugeisha descansando apoyada en su Naginata, mientras un asistente le sirve sake firmado tomochika 友親.
Onna Bugeisha, es un término que podría traducirse como mujer guerrera. Curiosamente y a pesar de nuestra idea de que las mujeres japonesas son Geishas o del estilo de las Geishas, han existido en Japón mujeres que han participado y se han destacado en las interminables guerras interiores y exteriores hasta mediados del período Meiji.
Dentro de las más destacadas mujeres guerreras, surge la figura de Tomoe gozen. Gozen es un título honorífico y no un apellido.
Se cree que Tomoe nació a mediados del siglo XII en una familia de samuráis, por lo que, como era costumbre, todas las mujeres de su familia se entrenaron en el manejo de la naginata, lo cual era necesario para proteger el hogar.
La naginata es un arma compuesta por una hoja curva de acero de unos 60 cm que se encuentra colocada en una larga pica o hasta y que es sumamente efectiva para que la infantería se enfrentara a la caballería. Fue por lógica el arma favorita de campesinos y mujeres que debían defender sus hogares de las incursiones de bandidos y desertores.
Los historiadores dudan que Tomoe Gozen fuera una figura histórica, ya que el Heike Monogatari (libro donde se la menciona) mezcla generosamente realidad y ficción. Sin embargo, su imagen mítica encendió la imaginación popular y generó muchas historias, estas sí verificadas, sobre valentía femenina como la de la señora Kotoku (siglos XV-XVI). Durante el largo asedio del castillo del señor Mimura Kotoku, en un momento de desesperación se produjo un suicidio en masa de mujeres y niños. Asqueada y rabiosa, la señora Kotoku se puso al frente de 83 soldados y cabalgó hacia el enemigo, aullando y «blandiendo su naginata como un molino de agua». Desafió en combate singular al general enemigo Ura Hyobu, que en lugar de pelear se escondió tras sus soldados mientras rezongaba «¡Esa mujer es un demonio!».
Sean estrictamente ciertas o mejoradas por quienes las escribieron, es real la existencia de las Onna Bugeisha y la talla que aquí presentamos corresponde a la descripción que el artista que la hizo debe haber escuchado sobre Tomoe gozen, piel blanca, cabello largo y negro y utilizando la naginata como arma de preferencia. El hecho de un asistente masculino que arrodillado junto a ella le tiende un vaso con lo que suponemos sería vino de arroz, nos lleva a pensar que efectivamente se trata de Tomoe gozen.
La talla mide 8 cm y se encuentra firmada Tomochika 友親
Okimono en marfil. Una Onna Bugeisha descansando apoyada en su Naginata, mientras un asistente le sirve sake firmado tomochika 友親.
Dentro de las más destacadas mujeres guerreras, surge la figura de Tomoe gozen. Gozen es un título honorífico y no un apellido.
Se cree que Tomoe nació a mediados del siglo XII en una familia de samuráis, por lo que, como era costumbre, todas las mujeres de su familia se entrenaron en el manejo de la naginata, lo cual era necesario para proteger el hogar.
Sean estrictamente ciertas o mejoradas por quienes las escribieron, es real la existencia de las Onna Bugeisha y la talla que aquí presentamos corresponde a la descripción que el artista que la hizo debe haber escuchado sobre Tomoe gozen, piel blanca, cabello largo y negro y utilizando la naginata como arma de preferencia. El hecho de un asistente masculino que arrodillado junto a ella le tiende un vaso con lo que suponemos sería vino de arroz, nos lleva a pensar que efectivamente se trata de Tomoe gozen.La talla mide 8 cm y se encuentra firmada Tomochika 友親
Quienes deseen conocer algo más sobre estas mujeres guerreras, además de lo existente en Wikipedia, pueden ver la siguiente página
Okimono en marfil, Ashinaga y Tenaga.
Una muy buena escultura que nos muestra a dos personajes de la mitología japonesa conocidos como Ashinaga (Piernas largas) y Tenaga (Brazos largos).
Como siempre ocurre con las leyendas japonesas, hay varias versiones de la misma y varían según la época y región donde supuestamente se desarrollan.
La principal leyenda o la más conocida habla de dos pueblos en los que en uno sus pobladores tenían brazos extremadamente largos y en el otro eran las piernas muy largas lo que distinguía a sus pobladores. En base a ingenio y colaboración, estos pueblos comprendieron que si un piernas largas (Ashinaga) cargaba con un brazos largos (Tenaga) les era posible pescar de manera muy simple ya que el de las piernas largas podía adentrarse en el mar o lagos y el de los brazos largos podía tomar los peces o crustáceos con sus manos. por tal razón se los presenta siempre en esa combinación y con el fruto de su pesca junto a ellos. Esta leyenda tiene sus orígenes en China y se cree que como tantas otras pasó al Japón donde fue adaptada al gusto local.

La segunda versión coloca a estos personajes en la zona del monte Chookai. En esa zona y sin mayor razón aparente estos personajes se complacen en mortificar a los pobladores, es así que Tenaga con sus largos brazos forma o atrae a las nubes con la lluvia cuando no es necesaria y estropea los cultivos de los campesinos y Ashinaga con sus largas piernas produce grandes olas que arruinan barcas y hacen naufragar a los pescadores. Para prevenir de estos desmanes el dios de la montaña envió un espíritu en la forma de un gallo de tres patas que anuncia la llegada de este dúo cantando para avisar su llegada como su partida.
La mayor parte de las representaciones que he visto de Ashinaga y Tenaga reflejan la primera versión de la leyenda.
La pieza que nuestro amigo Oñate agrega a su colección es de excelente talla y mide 13 cm de alto. Se encuentra enriquecida con piedras, jade y coral en lo que se llama estilo Shibayama pues fue ese escultor quien lo inició. Si observamos las fotos veremos la calidad de esta escultura que hoy podemos presentar y que tiene como atractivo extra describir una leyenda del folclore japonés. La pieza está firmada y estamos trabajando en su lectura.
Okimono en marfil, Personajes con Emma-O, firmado Masamichi 正道

En esta talla encontramos a Emma-o, Rey del infierno Budista con sus dos asistentes Domejin (quien todo lo ve) y Dodojin (quien todo lo oye).
Existen en esta escultura varios textos. Una es un cuaderno que se encuentra en el piso junto a Domejin. En la parte exterior del cuaderno, que se encuentra bajo la talla, el texto en el libro se lee Jigoku Cho, Jigoku es el infierno Budista and Cho el libro donde se anotan los nombres de los muertos. También allí se ve la firma del escultor 正道. En la parte interior del libro así como en los papeles que Domejin tiene en la mano, se leen nombres muchos de ellos tachados lo que indicaría que ya fueron registrados en la entrada al infierno o que han sido salvados.
Según la mitología budista, Jizo (ausente en esta escultura) muchas veces intercede ante Emma-o en defensa de quienes no merecen ir al infierno. Sería interesante, y algo laborioso, poder averiguar si con los nombres de la lista, el escultor hizo lo que Dante con su Infierno y colocó nombres de personas conocidas en ella. Un trabajo para muchos meses que quizá emprendamos algún día…La escultura está firmada 正道 (Masamichi).
Okimono en marfil. Hombre niño y pájaro. Firmado 正 行 (Masayuki).

Un hermoso okimono que nos muestra una de esas escenas costumbristas que los tallistas del Meiji adjudicaban a la vida durante el período Edo. En este caso vemos a un padre cumpliendo una tarea doméstica mientras su hijo juega con un pájaro que está en una pequeña jaula sobre la mesa.
La pieza tallada con una gran maestría y un cuidado absoluto del detalle es típica de fines del XIX. Se encuentra firmada en una reserva de laca roja 正 行 cuya lectura más convincente sería Masayuki. Existen en este blog otras obras cuya firma se lee Masayuki pero con diferentes kanji. Las referencias que tenemos de este autor se refieren a un escultor de fines del XIX que hizo tanto netsuke como okimono. Esta talla mide 15cm de largo por 11 de ancho y 10 cm de alto.
Okimono en Marfil representando a Minamoto no Tametomo.

Hermosa escultura que definitivamente no fue hecha para la exportación y que desearíamos poder tener más información sobre la misma en este momento. Una firma complicada de traducir nos hará esperar un poco para poder dar mayor información sobre el artista que la hizo. Mientras tanto podemos identificar en ella al famoso samurai Minamoto no Tametomo quien era reputado por su habilidad con el arco. Tras la muerte del emperador Toba, en 1156 Minamoto participó en la rebelión Högen contra los clanes Taira y Fujiwara en la lucha por la sucesión imperial. Se lo muestra en esta escultura tal como se lo representó en la historia de Japón, con su arco y con un ayudante a sus pies que le suministra las flechas. La talla mide 19 cm de alto y 8 cm de ancho.
Okimono en marfil, hombre sorprendido por una rata y gato al acecho firmado Gyokushou (nobutama).

Un bonito okimono que mide 7.7 cm de alto y en la base 7.4 cm x 5.6 cm. Representa tal como se puede ver, la sorpresa de un buen hombre que ha visto una rato. Parece no ser el único que la ha visto y un gato que ha subido sobre su hombro está listo para saltar sobre el roedor lo que seguramente provocará algún revuelo y desparramo de útiles y adornos.
La pieza está muy bien tallada. La expresión del buen hombre es muy buena y los detalles cuidados. Se encuentra firmada en su base 玉昇 que leído de abajo hacia arriba nos da Gyokushou.
Okimono en marfil, Ashinaga y Tenaga.
Como siempre ocurre con las leyendas japonesas, hay varias versiones de la misma y varían según la época y región donde supuestamente se desarrollan.
La principal leyenda o la más conocida habla de dos pueblos en los que en uno sus pobladores tenían brazos extremadamente largos y en el otro eran las piernas muy largas lo que distinguía a sus pobladores. En base a ingenio y colaboración, estos pueblos comprendieron que si un piernas largas (Ashinaga) cargaba con un brazos largos (Tenaga) les era posible pescar de manera muy simple ya que el de las piernas largas podía adentrarse en el mar o lagos y el de los brazos largos podía tomar los peces o crustáceos con sus manos. por tal razón se los presenta siempre en esa combinación y con el fruto de su pesca junto a ellos. Esta leyenda tiene sus orígenes en China y se cree que como tantas otras pasó al Japón donde fue adaptada al gusto local.
La mayor parte de las representaciones que he visto de Ashinaga y Tenaga reflejan la primera versión de la leyenda.
La pieza que nuestro amigo Oñate agrega a su colección es de excelente talla y mide 13 cm de alto. Se encuentra enriquecida con piedras, jade y coral en lo que se llama estilo Shibayama pues fue ese escultor quien lo inició. Si observamos las fotos veremos la calidad de esta escultura que hoy podemos presentar y que tiene como atractivo extra describir una leyenda del folclore japonés. La pieza está firmada y estamos trabajando en su lectura.
Okimono en marfil, Personajes con Emma-O, firmado Masamichi 正道
En esta talla encontramos a Emma-o, Rey del infierno Budista con sus dos asistentes Domejin (quien todo lo ve) y Dodojin (quien todo lo oye).
Existen en esta escultura varios textos. Una es un cuaderno que se encuentra en el piso junto a Domejin. En la parte exterior del cuaderno, que se encuentra bajo la talla, el texto en el libro se lee Jigoku Cho, Jigoku es el infierno Budista and Cho el libro donde se anotan los nombres de los muertos. También allí se ve la firma del escultor 正道. En la parte interior del libro así como en los papeles que Domejin tiene en la mano, se leen nombres muchos de ellos tachados lo que indicaría que ya fueron registrados en la entrada al infierno o que han sido salvados. Según la mitología budista, Jizo (ausente en esta escultura) muchas veces intercede ante Emma-o en defensa de quienes no merecen ir al infierno. Sería interesante, y algo laborioso, poder averiguar si con los nombres de la lista, el escultor hizo lo que Dante con su Infierno y colocó nombres de personas conocidas en ella. Un trabajo para muchos meses que quizá emprendamos algún día…La escultura está firmada 正道 (Masamichi).
Okimono en marfil. Hombre niño y pájaro. Firmado 正 行 (Masayuki).

Un hermoso okimono que nos muestra una de esas escenas costumbristas que los tallistas del Meiji adjudicaban a la vida durante el período Edo. En este caso vemos a un padre cumpliendo una tarea doméstica mientras su hijo juega con un pájaro que está en una pequeña jaula sobre la mesa.La pieza tallada con una gran maestría y un cuidado absoluto del detalle es típica de fines del XIX. Se encuentra firmada en una reserva de laca roja 正 行 cuya lectura más convincente sería Masayuki. Existen en este blog otras obras cuya firma se lee Masayuki pero con diferentes kanji. Las referencias que tenemos de este autor se refieren a un escultor de fines del XIX que hizo tanto netsuke como okimono. Esta talla mide 15cm de largo por 11 de ancho y 10 cm de alto.
Okimono en Marfil representando a Minamoto no Tametomo.

Hermosa escultura que definitivamente no fue hecha para la exportación y que desearíamos poder tener más información sobre la misma en este momento. Una firma complicada de traducir nos hará esperar un poco para poder dar mayor información sobre el artista que la hizo. Mientras tanto podemos identificar en ella al famoso samurai Minamoto no Tametomo quien era reputado por su habilidad con el arco. Tras la muerte del emperador Toba, en 1156 Minamoto participó en la rebelión Högen contra los clanes Taira y Fujiwara en la lucha por la sucesión imperial. Se lo muestra en esta escultura tal como se lo representó en la historia de Japón, con su arco y con un ayudante a sus pies que le suministra las flechas. La talla mide 19 cm de alto y 8 cm de ancho.Okimono en marfil, hombre sorprendido por una rata y gato al acecho firmado Gyokushou (nobutama).

Un bonito okimono que mide 7.7 cm de alto y en la base 7.4 cm x 5.6 cm. Representa tal como se puede ver, la sorpresa de un buen hombre que ha visto una rato. Parece no ser el único que la ha visto y un gato que ha subido sobre su hombro está listo para saltar sobre el roedor lo que seguramente provocará algún revuelo y desparramo de útiles y adornos.
La pieza está muy bien tallada. La expresión del buen hombre es muy buena y los detalles cuidados. Se encuentra firmada en su base 玉昇 que leído de abajo hacia arriba nos da Gyokushou.







