Presento aquí, los netsuke de nuestro amigo Oñate que han sido elegidos como toda su colección con mucha paciencia y buen ojo.
1.- Netsuke, Hombre sentado sobre jaula, firmado: Seigetsu 青月
Un netsuke, con una calidad muy buena en la talla. La pieza da la impresión de ser una caja para un grillo, tiene una compuerta que se abre y un sello en la base, mide menos de 3 cm y en la base apenas 2 cm.
Y con esas medidas en mente recomiendo que se amplíe la foto y aprecien los detalles como el cabello y la vestimenta.2.- Netsuke. Daikokuten, firmado Ichiryuu 一龍

Un muy buen netsuke, que representa a Daikokuten, uno de los siete dioses de la suerte de Japón. En esta pieza que está firmada, y que mide 3.8 cm de alto y en su parte más ancha sería de 4.1 cm., el tallista ha realizado un trabajo minucioso ya sea en rostro, vestimentas y el detalle de las ratas que quieren robarse el martillo mágico de Daikoku mientras este los mira con cierta diversión y benevolencia. Detalles importantes a observar siempre en un netsuke: manos, pies, y rostro muy bien hechos. Una excelente pieza que nos da la idea que nuestro amigo Oñate poseedor de excelentes Okimono, no se detendrá en ellos y su interés irá también hacia los netsuke.
Dios de la tierra, la prosperidad, los granjeros, el control de las inundaciones y de los 5 cereales. Se lo representa llevando o con bolsas de arroz, cargando una bolsa a sus espaldas, a veces usando gorra o capucha. Puede estar acompañado por ratas (se encuentran donde hay comida). Muchas veces se lo muestra con Ebisu quien sería su hijo.
3.- Netsuke. Palacio del mar. Firmado: Kagetoshi かげとし
Un netsuke que nos describe lo que generalmente se llama espejismo del palacio del mar. Se refiere al palacio del rey dragón en la mítica ciudad de Horai o Shinkiro. La pieza que tiene una firma, está tallada con gran maestría y si logramos imaginar sus medidas en las que lo alto es de 2.8 cm, el ancho es de 4 cm. y la profundidad 2.9 cm. nos damos cuenta del minucioso trabajo realizado por el tallista tanto en detalles como en dificultades.
Kagetoshi:
Tras una búsqueda que se vio un tanto dificultada por estar la firma un poco gastada, hemos logrado establecer que la misma pertenece a Kagetoshi, (1800 - 1869), coloco en la foto a la izquierda la firma tomada de un libro y a la derecha la firma de esta pieza. A pesar que con la foto es un poco mas dificil observar la firma, cuando se tiene la pieza en la mano y se la hace girar, se puede ver mejor la misma y se nota la coincidencia con la de la foto. Se cree que Kagetoshi vivió en Nagoya, si bien se piensa que vino de Tokio.
Kagetoshi fue un tallista que realizó entre sus temas favoritos ciudades tales como la representada en este netsuke. En su libro, Collectors' Netsuke, Raymond Bushell, nos cuenta que la señora Mary Hillier, escribió un artículo llamado "Kagetoshi y sus netsuke" que fue publicado en Orient Arts en 1964. En ese artículo nos cuenta el descubrimiento que la señora Hillier hizo en el Museo Británico de un cuaderno perteneciente a Kagetoshi en el que había unos 50 bosquejos de netsukes. Esperamos nuestro próximo viaje a Londres, para tratar de ver esos bosquejos y si alguno corresponde a esta pieza.
La Leyenda de Horai
Sobre fines del siglo XIX, el escritor Lafcadio Hearn radicado en Japón, sacó a luz la leyenda de Horai. Según la mitología oriental, Horai sería una misteriosa ciudad que surge del mar y no necesariamente en un mismo lugar sino que se aparece a determinadas personas y en diferentes lugares. El mismo Hearn, en esa historia recoge la información de cómo era vista la ciudad según la mitología china y así lo describe: En Horai no hay ni muerte, ni dolor, y no hay invierno. Las flores en ese lugar nunca se desvanecen, y los frutos nunca faltan, y si uno prueba esos frutos, incluso una vez, nunca se volverá a sentir sed o hambre. En Horai crecen las plantas encantadas So-rin-shi, y Riku-go-aoi, y Ban-kon-to, que curan toda enfermedad, y también crece la hierba mágica Yo-shin-shi, que resucita a los muertos, y la hierba mágica es regada por un agua de hadas de las cuales un solo sorbo confiere la eterna juventud. El pueblo de Horai come su arroz de cuencos muy pequeños, pero el arroz nunca disminuye dentro de esos cuencos, hasta que el comensal no desea nada más. Y el pueblo de Horai bebe el vino en vasos muy pequeños, pero ningún hombre puede vaciar uno de esos vasos y sin embargo se puede tomar con firmeza, hasta que llegue sobre él la somnolencia agradable que la bebida otorga.
Kagetoshi:
Tras una búsqueda que se vio un tanto dificultada por estar la firma un poco gastada, hemos logrado establecer que la misma pertenece a Kagetoshi, (1800 - 1869), coloco en la foto a la izquierda la firma tomada de un libro y a la derecha la firma de esta pieza. A pesar que con la foto es un poco mas dificil observar la firma, cuando se tiene la pieza en la mano y se la hace girar, se puede ver mejor la misma y se nota la coincidencia con la de la foto. Se cree que Kagetoshi vivió en Nagoya, si bien se piensa que vino de Tokio.
Kagetoshi fue un tallista que realizó entre sus temas favoritos ciudades tales como la representada en este netsuke. En su libro, Collectors' Netsuke, Raymond Bushell, nos cuenta que la señora Mary Hillier, escribió un artículo llamado "Kagetoshi y sus netsuke" que fue publicado en Orient Arts en 1964. En ese artículo nos cuenta el descubrimiento que la señora Hillier hizo en el Museo Británico de un cuaderno perteneciente a Kagetoshi en el que había unos 50 bosquejos de netsukes. Esperamos nuestro próximo viaje a Londres, para tratar de ver esos bosquejos y si alguno corresponde a esta pieza.La Leyenda de Horai
Sobre fines del siglo XIX, el escritor Lafcadio Hearn radicado en Japón, sacó a luz la leyenda de Horai. Según la mitología oriental, Horai sería una misteriosa ciudad que surge del mar y no necesariamente en un mismo lugar sino que se aparece a determinadas personas y en diferentes lugares. El mismo Hearn, en esa historia recoge la información de cómo era vista la ciudad según la mitología china y así lo describe: En Horai no hay ni muerte, ni dolor, y no hay invierno. Las flores en ese lugar nunca se desvanecen, y los frutos nunca faltan, y si uno prueba esos frutos, incluso una vez, nunca se volverá a sentir sed o hambre. En Horai crecen las plantas encantadas So-rin-shi, y Riku-go-aoi, y Ban-kon-to, que curan toda enfermedad, y también crece la hierba mágica Yo-shin-shi, que resucita a los muertos, y la hierba mágica es regada por un agua de hadas de las cuales un solo sorbo confiere la eterna juventud. El pueblo de Horai come su arroz de cuencos muy pequeños, pero el arroz nunca disminuye dentro de esos cuencos, hasta que el comensal no desea nada más. Y el pueblo de Horai bebe el vino en vasos muy pequeños, pero ningún hombre puede vaciar uno de esos vasos y sin embargo se puede tomar con firmeza, hasta que llegue sobre él la somnolencia agradable que la bebida otorga.
Sin embargo, la visión japonesa es diferente a la leyenda china y el mismo Hearn reconoce estas diferencias aclarando que lo que escriben los Chinos no es verdad y da una versión japonesa: Hay cosas maravillosas en Horai, y lo más maravilloso de todo no ha sido mencionado por ningún escritor chino. Me refiero a la atmósfera de Horai. Se trata de una peculiar atmósfera del lugar, y, por ello, la luz del sol en Horai es una luz lechosa que no deslumbra, sorprendentemente clara, pero muy suave. Esa atmósfera no es de nuestro período de la humanidad: es enormemente vieja, y está hecha de espíritu, el contenido de trillones de trillones de generaciones de almas mezcladas en una sola translucidez inmensa, almas de personas que no pensaban de forma parecida a la nuestra. Cualquiera que sea el hombre mortal que aspira esa atmósfera, recibe en su sangre la emoción de estos espíritus, que cambian el sentido dentro de él, remodelando sus nociones de espacio y tiempo,de manera que sólo puede ver como ellos veían, y sentir como ellos solían sentir, y pensar en lo que se solía pensar.
Debido a que en Horai no hay maldad, nunca los corazones de las personas envejecen. Y, por ser siempre joven en el corazón, el pueblo de Horai sonríe desde el nacimiento hasta la muerte. Toda la gente en Horai tienen amor y confianza entre sí, como si todos fueran miembros de una sola familia; y la charla de las mujeres es como el canto de los pájaros, porque sus corazones son de luz como las almas de los pájaros y el balanceo de la de las mangas de los kimonos de las doncellas cuando juegan parece un revoloteo de alas anchas y suaves. En Horai nada se esconde, no hay motivos de vergüenza, y no hay nada cerrado, porque no puede haber ningún robo, y por la noche así como durante el día todas las puertas permanecen sin tranca, porque no hay razón para temer. Y debido a que las personas son pequeñas como las hadas aunque mortales, todas las cosas en Horai, excepto el Palacio del Dragón-Rey, son pequeñas, pintorescas y curiosas y esta gente realmente come su arroz en cuencos pequeños, y beben el vino en vasos muy pequeños ...
Debido a que en Horai no hay maldad, nunca los corazones de las personas envejecen. Y, por ser siempre joven en el corazón, el pueblo de Horai sonríe desde el nacimiento hasta la muerte. Toda la gente en Horai tienen amor y confianza entre sí, como si todos fueran miembros de una sola familia; y la charla de las mujeres es como el canto de los pájaros, porque sus corazones son de luz como las almas de los pájaros y el balanceo de la de las mangas de los kimonos de las doncellas cuando juegan parece un revoloteo de alas anchas y suaves. En Horai nada se esconde, no hay motivos de vergüenza, y no hay nada cerrado, porque no puede haber ningún robo, y por la noche así como durante el día todas las puertas permanecen sin tranca, porque no hay razón para temer. Y debido a que las personas son pequeñas como las hadas aunque mortales, todas las cosas en Horai, excepto el Palacio del Dragón-Rey, son pequeñas, pintorescas y curiosas y esta gente realmente come su arroz en cuencos pequeños, y beben el vino en vasos muy pequeños ...
Más adelante, en su relato, quizá queriendo como cerrar la leyenda advierte: Los malos vientos del oeste soplan en Horai, y la atmósfera mágica, se está reduciendo. Permanece ahora al igual que las largas bandas brillantes de nubes que atraviesan los paisajes de pintores japoneses. Bajo estos jirones de vapor de duendes aún se pueden encontrar Horai, pero no en todas partes ... Recuerden que Horai también se llama Shinkiro, lo que significa "espejismo", la visión de lo intangible. Y la visión se desvanece, y no volverá a aparecer, salvo en cuadros, poemas y sueños ... y nosotros agregaríamos aquí, y en netsukes
Debemos sin embargo, señalar, que hay diferentes interpretaciones japonesas sobre Horai. Si bien en el Kwaidan, hay indicios de que los japoneses consideran el lugar como una fantasía. Y tal como dice Hearn, se señala que Horai también se llama Shinkiro, lo que significa espejismo o la visión de lo inmaterial. Por otra parte, los usos del monte Horai en la literatura japonesa y el arte del periodo Tokugawa (1615-1868) revelan una visión muy diferente de la interpretación de Hearn, y mas cercanas a las leyendas chinas de la dinastía Chin.
4.- Netsuke, 15 máscaras del teatro Noh. Firmado Gyokushou 玉昇
Nuestro amigo Oñate ha enriquecido su colección con este interesante netsuke que publicamos a continuación. La pieza del estilo Manju, o sea mas bien redondeada, me crea la interrogante si podríamos considerarla además Ryusa, tomando en cuenta que la pieza es liviana y ahuecada. Las máscaras, reproducen las clásicas máscaras del teatro Noh y Kyogen. También existe en el conjunto una calabaza, de las usadas como cantimploras y en la que se encuentra la firma del tallista.
Podemos distinguir claramente a personajes ya conocidos como Okina, Hotei, Daruma, Okame y las clásicas máscaras del teatro Noh que se usan para personages genéricos, me llevará algo de tiempo identificarlas a todas y las iré agregando a medida que lo logre. Es importante aquí recordar lo que nos dice en su libro Ueda Reikichi, sobre el hecho que los tallistas muchas veces adaptaban un poco las máscaras al material que disponían para tallarlas, así que si algún purista del teatro Noh pasa por acá, le pediremos su comprensión al respecto...
Una muy bonita pieza, de unos 5 cm de alto, con tallas bien definidas y hasta ahora, dentro de los netsuke que representan máscaras y que me ha tocado ver, este es el que posee mayor cantidad de ellas.
Es así este magnífico netsuke. En el vemos una joven mujer que inclinada junto a un recipiente con agua procede a lavar sus hombros y espalda.
En el capítulo 031 de este blog, desarrollo un poco la idea de lo que es del punto de vista japonés un netsuke erótico. A mi entender, esta talla podría ser considerado un netsuke erótico.
La pieza está firmada en su base Yasuaki (Homei) 保明.

Sobre el autor conocemos que perteneció a la escuela Tokoku. Generalmente se lo sitúa entre fines del XIX y principios del XX sobre el final del Meiji y comienzo del Taisho. Es conocido por la delicadeza de sus tallas en sus esculturas, ya sea netsuke como pequeños okimono a los que se dedicó mayormente. Se encuentra repertoriado en el libro de Davey en la página 172 y en Lazarnick en la página 1217.

6.- Netsuke realizado en diferentes materiales firmada 旭光 Kyokukou or Kyokko.
Un bonito netsuke muy bien tallado en marfil y madera y lujosamente realzado con diferentes materiales. por ejemplo, los himotoshi se encuentran bordeados con madreperlas y el "manju" que sostiene la bolsa de tabaco es coral, una piedra o material verde hace de base del mismo.
Un bonito netsuke muy bien tallado en marfil y madera y lujosamente realzado con diferentes materiales. por ejemplo, los himotoshi se encuentran bordeados con madreperlas y el "manju" que sostiene la bolsa de tabaco es coral, una piedra o material verde hace de base del mismo.
El autor (siglo XIX) es conocido como un tallista de netsuke y está registrado en el índice de tarjetas Meinertzhagen en Netsuke en el Archivo del Museo Británico, editado por George Lazarnick, Nueva York, 1986, p.401.
7.- Netsuke en marfil Ebisu, Daikoku y Benzaiten...Hozan 法山
Una obra maestra en cuanto al tallado de esta pieza. En un mínimo volumen 3.8 x 2.8 cm en su base y de 3.5 cm de alto, el tallista se ha ingeniado para colocar una base representando la famosa dorada de Ebisu; a Daikoku seguido como de costumbre por un par de ratones y a Benzaiten. Además delicado tallado y detalles minuciosos tal como los ojos de los ratones hechos en cuerno de búfalo... La pieza esta firmada Hozan 法山 en una reserva de laca roja en su base junto a los himotoshi. Existen referencias, entre ellas en el libro de Ueda Reikichi sobre este escultor quien originariamente se llamaba Tanaka pero que eligió el "Chomei" (nombre artístico, una costumbre muy común en los tallistas de netsuke del Meiji) de Hozan.
Una pieza más y de la gran calidad a la que nuestro amigo Oñate nos tiene habituados.
Una pieza más y de la gran calidad a la que nuestro amigo Oñate nos tiene habituados.








