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31 de marzo de 2013

Netsuke eróticos

De tiempo en tiempo, recibo consultas y correos de coleccionistas o de gente que desea conocer sobre algún tema específico relacionado a las tallas de marfil. Trato, de responder todas las consultas lo antes posible dentro de la disponibilidad de tiempo y mi conocimiento o no del tema.
Algunas de estas consultas, a veces acompañadas de fotos, se refieren a lo que se ha dado en llamar shunga netsuke.

Grupo de hongos, tallado en madera,
 considerado erótico

Tras revisar los libros que tengo a mi disposición, recorrer la red durante un buen tiempo y consultar a coleccionistas que tienen grandes colecciones y que llevan muchas décadas coleccionando netsuke, me he decidido a escribir sobre el tema a ver si puedo aportar algo al mismo.



desnudo con abanico,
 tallado en cuerno
de ciervo.
Como bien lo dice Raymond Bushell en su libro Netsuke, Familiar and Unfamiliar, no hay diferencia en lo que respecta a lujuria entre los japoneses y otras razas, existe un alto grado de erotismo en muchas manifestaciones artísticas del japón y los talladores de netsuke no fueron una excepción. Dicho esto, debemos detenernos un momento sobre el grado de erotismo y qué es erotismo para unos y otros. Los japoneses aceptan el erotismo como algo perteneciente a la esfera de vida privada de un individuo, de allí que la exhibición pública del mismo sería considerada como de mal gusto. Mientras un individuo observe sus deberes y cumpla con el rol que le toca en la sociedad, lo demás es tomado como algo natural y de su propia incumbencia mientras lo mantenga en la esfera de su vida privada. Al menos esa era la idea durante las épocas que nos interesan o sea los períodos Edo y Meiji. Volviendo a citar a Bushell, por ejemplo un homosexual no era criticado o mal visto por su preferencia sexual, pero sí por fallar en perpetuar su línea familiar al no tener hijos y ser una deshonra para con sus ancestros.

De esos períodos existen dos tipos de netsuke que podemos llamar eróticos:

Pulpo leyendo un libro de
poemas de amor, marfil
1.- Los netsuke con trampas, es decir aquellos que tienen una apariencia normal pero que accionando algún sistema de movimiento o mecanismo se abren y dejan expuesta alguna escena de alto contenido erótico (para la época). Estos netsuke mismo cerrados, es decir el aspecto exterior que es el que la gente vería en el obi del poseedor de los mismos, son de buena calidad y se encuentran muy, pero muy raramente firmados. En verdad, si uno llega a obtener uno de estos le procurará mas problemas que alegrías tratar de establecer fechas y la autenticidad del mismo... Deberá juzgarlo por la calidad de la talla y detalles de la misma.



Otafu y máscara de tengu, la nariz
del tengu puede ser considerada
como erótica.
2.- Los netsukes que son considerados eróticos según el ojo de quien los mira. Incluyen a veces temas que desde mi punto de vista, no sabría que son eróticos a menos que alguien me lo indique o lo vea en algún libro. Entran en esta categoría netsuke que muestran una mujer desnuda o semi desnuda, los hongos, los pulpos, especialmente aquellos que atacan a buscadoras de perlas, e inclusive la cabeza de fukurokujo, que según quien la mire parece también ser erótica y muchas otras figuras que sugieren, o evocan historias populares que pueden ser vistas como una evocación o sugerencia al erotismo... Considerando lo dicho anteriormente sobre el erotismo en la sociedad japonesa de los períodos Edo y Meiji  y su pertenencia al ámbito privado del individuo, estos netsukes, que sugieren algo sin mostrarlo, representan lo más atrevido o picaresco que se podía lleva al cinto sin chocar a quienes lo observaban, ya qué, en este tipo de piezas, el erotismo está en el ojo de quien lo mira...
Hasta aquí, lo que nos podría interesar como netsuke de colección relacionados con lo erótico.


Sin embargo, el mercado está lleno, y a veces me llegan fotos, de pseudo netsuke pornográficos de pésima calidad. En verdad y de nuestro punto de vista no son netsuke. No importa que tengan un par de himotoshi y que sean anunciados como tales, se trata simplemente de pornografía. Evidentemente, esto podría ser necesario para quienes no asumen libremente su gusto por la pornografía y necesitan disfrazarlo de pasión artística, y no es un problema mientras no se digan coleccionistas de netsuke.
Estas piezas que son de mala calidad y realmente groseras en su talla, son hechas en India o China en su mayor parte y son vendidas ya sea por negocios instalados en diferentes países o mismo en linea por varios comercios electrónicos tipo E-Bay y similares... Buscando por Netsuke en la red, se destacan algunos comercios que parecen ser una sucursal de China y lo que ofrecen es todo falso, como Tallados1907, Morand1907, en fin hasta Trocadero que ofrece en algunas secciones buenas piezas cae en estas falsedades al igual que tantos otros.
Es evidente que el precio de partida de estas piezas y el margen que dejan al vendedor harán que  estos juren y perjuren sobre la autenticidad, originalidad o lo que sea para convencer al posible comprador, sin embargo, basta ver un netsuke bien tallado, con los detalles de manos, pies y boca, así como la delicadeza del rostro para darse cuenta que estos no lo son.
El fenómeno no es nuevo, ahora son por la mayor parte hechos en marfil de mamut, o hueso vacuno, pero existe este tipo de piezas desde principios del siglo XX hechas también en marfil de elefante.
Volvemos entonces, al mismo razonamiento que hice en su oportunidad sobre los netsuke en marfil de mamut, si uno desea gastar su dinero en este tipo de piezas, está en su derecho, pero no son netsuke, no corresponden ni por casualidad a ninguno de los criterios que se usarían para definir un netsuke.
Así que a riesgo de parecer reiterativo, recomiendo a quienes desean hacer una colección de netsuke, que antes de comprar piezas se informen lo mas posible, hay en esta página a la izquierda, vínculos con colecciones de fotos que muestran buenas tallas que pueden servir para comparar... Tomarse su tiempo, comparar, pensar y analizar antes de hacer una compra, hará que a la larga se tengan mejores piezas y se ahorre dinero.


Las fotos que acompañan esta entrada fueron tomadas del libro de Raymond Bushell citado arriba.