Pues, presento aquí una muy bonita pieza, que en verdad y a pesar de estar hecha como un netsuke con sus correspondientes himotoshi, no creo que haya sido utilizada en un obi sino que debe ser más bien una pieza de las que se hacían ya con cierta libertad y con mayor motivación artística que práctica.
La figura representa a un cacharrero o vendedor callejero, con su respectiva carga de objetos varios tales como muñecos Daruma, máscaras y hasta una tortuga. La pieza está finamente tallada, véase la calidad del rostro, y a pesar de tener algunos pequeños faltantes me he interesado en ella pues no es común, al menos por estas latitudes, encontrar tallas de esta calidad. Mide 7.5 cm de alto y está firmado Daishi 大師


Para quien interese, en traducción libre, un capítulo del libro: La apreciación del netsuke. (Tomado del libro de Ueda Reikichi, capítulo 10).
El netsuke no tiene una función propia excepto como una unidad en un conjunto. No es una forma de arte “libre”. En esto difiere sustancialmente del Okimono. La función del Okimono es solo brindar placer como un objeto decorativo o “ubicado” en un sitio.
Observado como un cubo, el netsuke es mirado y tallado en los seis lados. A diferencia del Okimono, es examinado en toda su superficie. A causa de su uso específico debe sujetarse a rígidas limitaciones. Por estas razones, el netsuke merece una especial apreciación como una forma de arte en miniatura.
Debido a que el netsuke está hecho para llevarse en la cadera, es necesario que su forma sea suave y libre de puntas, ángulos y partes que puedan enredar o romper la seda del kimono. Como objeto de uso, el netsuke no debe ser quebradizo ni frágil pero debe ser robusto y fuerte. Por ejemplo, el tallista que crea un netsuke con la forma de una rata, deberá diseñar la cola de manera que esta quede de alguna manera apoyada sobre el cuerpo. Si la cola sobresaliera, se podría quebrar o afectar a quien use el kimono. Una talla que es frágil o quebradiza no cumple con los requisitos esenciales de un buen netsuke. Ese tipo de talla debe ser considerada más bien como un adorno u Okimono. Todos los grandes artistas de netsuke, fueron cuidadosos de tallar piezas, suaves, robustas, libres de protuberancias y ángulos agudos.
Por otra parte, los netsuke pensados para ser usados con los delicados inro de laca, deben ser livianos en su peso y lisos en su contorno. Los metales, cerámicas y otros materiales pesados no son recomendables para netsuke a usar con inro. Los netsuke de marfil para usar con inro son generalmente libres de puntas, relativamente pequeños en tamaño y profundamente tallados de manera de minimizar su peso.
Quizá el punto más importante para tener presente cuando se aprecia un netsuke, es considerar los problemas que enfrentó el artista, quien debió crear un diseño interesante y a la vez observar las limitaciones que su uso imponía. El netsuke debe ser pequeño, suave, redondeado, liviano, libre de puntas y protuberancias. No debe ser frágil ni quebradizo. Cuanto mas difícil es la tarea de un artista que debe crear un diseño atractivo dentro de esas limitantes!
Otra limitación en la libertad de un artista de netsuke, es que debe hacer un par de agujeros (himotoshi) o crear un sitio para que pase la cuerda de la cual el sagemono es colgado. El Okimono no necesita prever una atadura, ya que permanece en la superficie plana donde es colocado. Por contraposición, el netsuke es atado al sagemono a través de una cuerda que debe pasar por él. El tema de cómo tallar los agujeros en el netsuke es de mayor importancia. En algunos casos no se hacen agujeros en la pieza, pero es tallada de tal manera que los agujeros naturales en ella son usados para pasar la cuerda. Por ejemplo, la postura de un animal en un netsuke podría brindar un espacio natural entre cuerpo y patas por donde pasar la cuerda. En algunos casos, los agujeros son del mismo tamaño, en otros casos un agujero es mayor que el otro para poder acomodar dentro el nudo producido al atar la cuerda. A veces, los agujeros en un netsuke de madera son reforzados por pequeñas hojas de marfil. Al hacer los agujeros se debe considerar que la cuerda pase bien y sin problemas por ellos, que el “puente” entre ellos sea bastante duradero y fuerte para resistir el peso del sagemono, que no estropeen la belleza del diseño y además que estén ubicados de tal manera que al usarse el netsuke sea la mejor parte la que quede expuesta a la vista.
Es obvio que el uso diario y el manejo del netsuke, produce cambios importantes a través del tiempo. Es bien sabido que los maestros talladores consideraron este desgaste a producirse con el uso de manera que sirviera para suavizar y refinar el diseño a medida que envejecía. Cuan perfecta era la comprensión y entendimiento de los maestros tallistas de la naturaleza esencial del netsuke!
Un netsuke debe ser pensado para que no sea incómodo ni molesto al usarse. Una forma de bola es insatisfactoria porque su continuo rodar es una molestia. La talla manju, una modificación de la talla bola, se probó como muy estable y confortable. Por razones de comodidad, los netsuke de metal eran huecos a fin de eliminar el peso del metal sólido.
Los artesanos que juntaban los desechos de marfil de las fábricas de samisén, utilizaron el marfil tacañamente sin desperdiciar nada. Como los cortes desechados eran mayormente triangulares, así fueron los netsuke terminados. Curiosamente la costumbre de tallar netsuke de marfil en forma triangular influenció las tallas en madera y muchas de ellas se hicieron también de esta forma a pesar de lo poco costoso de este material.
Para apreciar el netsuke, debemos también tomar en cuenta el estatus del tallista de netsuke que difería sustancialmente del pintor, del laqueador y otros artistas. Por ejemplo, el pintor era favorecido por el yogun o el daimyo que lo patrocinaba con una renta de tierras, o era recibido y mantenido en la corte. Nada de esto se aplicaba al tallista de netsuke. Confinado a una pobreza relativa, era, por otra parte, libre de las limitaciones impuestas por la tradición artística, libre de pedidos y órdenes de espónsores o superiores y no tenía miedo de perder sus patrocinadores o ser rechazado por la escuela de arte a la que pertenecía. Esta libertad, dada por la falta de limitantes económicos y sociales, produjo la interesante y casi infinita variedad temática de los netsuke.
Muchos secretos mecánicos y técnicos son a veces incorporados a los netsuke, un ejemplo es el netsuke panal, las numerosas larvas en los alveolos están sueltas de manera que el netsuke suene como un cascabel al moverse y sin embargo no se pueden quitar desde afuera. La mecánica de esas tallas eran secretos cuidadosamente guardados, la misma prudencia aplicaba a las técnicas para teñir el marfil, para la manera de tallar los agujeros, para imitar o simular diferentes materiales o tallar otros tipos de netsuke con movimientos incorporados.
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Las firmas en pinturas y artículos para la ceremonia del té, o en las cajas que los contenían originalmente, son consideradas de vital importancia. El netsuke por otra parte, no se desmerece por la ausencia de un sello o firma. Una excepción se da en aquellos netsuke tallados por artistas que acostumbraban firmarlos. Dado que el netsuke es hecho para el uso diario, era raro que se los proveyera con cajas. Sin embargo, cajas eran a veces suministradas con los netsuke a ser usados por maestros en la ceremonia del té y sus devotos.
Muchos netsuke remarcables, no están firmados. Por esta razón las firmas falsas en los netsuke previos a la era Meiji son raras. Sin embargo, muchas falsificaciones con los nombres de antiguos tallistas de netsuke se pueden encontrar, especialmente de los que figuran en el Soken Kisho y de aquellos como los de la familia Deme que son ampliamente conocidos por el público general. Sin embargo y a pesar de esto, los casos de firmas falsas son menores que en otras áreas como la pintura, caligrafía y objetos para la ceremonia del té.
Después del período Meiji, se convirtió en práctica bastante común proveer junto al netsuke una caja firmada, y el valor del netsuke era disminuido si faltaba la caja original. El desarrollo de la exportación de netsuke llevó a un incremento en la falsificación de firmas famosas y una gran cantidad de netsuke con firmas falsas fueron exportados.
Al determinar la edad de un objeto, las diferentes indicaciones de uso son una buena guía. Es sin embargo bastante difícil determinar la edad de un netsuke solamente por los indicios de uso. A menudo, los netsuke muy finos no eran usados o lo eran muy poco, a pesar de ser hechos hace mucho tiempo y hechos para usarse. Muchos antiguos netsuke nunca fueron usados. Por otra parte, muchos relativamente recientes han sido usados de tal manera que guiarse por el uso en estos casos llevaría a conclusiones erróneas. Es por lo tanto importante, al apreciar un netsuke, considerar que es difícil establecer la edad de un netsuke no firmado.
